El Fénix y la Paloma

 


The Phoenix and the Turtle by William Shakespeare, aquí versión propia en español / English version: https://www.poetryfoundation.org/poems/45085/the-phoenix-and-the-turtle-56d2246f86c06 
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Songs and Sonnets

Que el pájaro de canto más alto (1)
Sobre el único árbol árabe
Sea el clarín y triste heraldo,
A cuyo sonido alas castas obedecen.

Mas tú, profecía y aullido, (5)
Precursor asqueroso de la bestia,
Del fin de la fiebre augurio,
A esta tropa no te acerques.

De esta sesión excluida (9)
Sea cada ave de ala tiránica,
Excepto el rey emplumado, el águila.
Obsérvense estrictas las exequias.

Que el sacerdote vestido de blanco, (13)
Ese contenedor de música difunta,
Sea el cisne que adivina la muerte,
Para que el réquiem esté presente.

Y tú, cuervo de tres vidas, (17)
Que tu oscuro género procreas
Con el aliento que das y tomas,
Irás entre nuestros dolientes.

Aquí comienza el himno: (21)
El amor y la constancia han muerto.
El Fénix y la Paloma volaron
En mutua llama desde aquí.

Así se amaron, como dos en el amor (25)
Que en esencia son uno.
Dos distintos, sin división.
El número, por amor, allí fue asesinado.

Corazones remotos, no separados. (29)
Distancia se vio, no espacio
Entre esta Paloma y su reina:
Todo fue en ellos prodigio.

Tanto entre ellos brilló el amor (33)
Que la Paloma veía su derecho
Arder en Fénix y su mirada:
Cada uno era el otro.

La propiedad fue así abatida, (37)
Que lo propio no fuera lo mismo:
Doble nombre para igual natura,
Ni uno ni dos podía llamarse.

La razón en sí misma confundida (41)
Vio la división crecer junta,
Para ellos mismos y sin embargo tampoco,
Lo simple era también compuesto.

Entonces gritó: «¡Cuán cierto un doble (45)
Parece este concordante uno!
El amor tiene razón, no hay razón
Si las partes pueden así estar juntas».

Con lo cual hizo este treno (49)
Al Fénix y a la Paloma,
Ambos supremos y estrellas del amor,
Como coro de esta trágica escena:

TRENO

Belleza, verdad y rareza, (53)
Gracias en toda simpleza,
Aquí encerradas, yacen en cenizas.

La muerte es ahora el nido del Fénix, (56)
Y el leal pecho de la paloma
Para la eternidad descansa,

Posteridad no dejan. (59)
No fue impotencia,
Sino matrimonio en castidad.

La verdad parece, pero no es. (62)
La belleza se ostenta, pero no es ella.
Sean sepultadas verdad y belleza.

A esta urna que se presenten aquellos (65)
Que se crean fieles o justos.
Que murmuren una oración por estos pájaros muertos.

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